¿Lineal o cíclico? Cómo adaptar el proceso administrativo a tu realidad empresarial

El proceso administrativo es una herramienta poderosa para estructurar, operar y hacer crecer un negocio. Sin embargo, su aplicación no siempre es rígida o idéntica en todos los casos. Dependiendo del tipo de objetivo y el nivel de complejidad del emprendimiento, este proceso puede ejecutarse de manera lineal o cíclica.

Comprender esta diferencia puede ayudarte a aplicar el enfoque correcto y evitar frustraciones innecesarias durante la gestión de tu empresa.

¿Qué es un enfoque lineal?

Un enfoque lineal implica aplicar el proceso administrativo de manera secuencial, cumpliendo cada una de sus etapas (previsión, planeación, organización, dirección, integración y control) en orden y una sola vez, hasta alcanzar el objetivo final.

Cuándo usarlo:

  • Cuando el objetivo es simple, específico y de corto plazo.
  • En tareas administrativas repetitivas o altamente definidas.
  • En procesos con poca variabilidad externa o baja incertidumbre.

Ejemplo práctico:

Imagina que una emprendedora quiere lanzar una línea limitada de productos para el Día del Padre. Usa la previsión para identificar la demanda estacional, planea la producción, organiza a su equipo, dirige las tareas, integra los materiales necesarios y controla los resultados… todo dentro de un marco definido. Al lograr la meta, no necesita modificar ninguna etapa: el enfoque lineal fue suficiente

¿Qué es un enfoque cíclico?

El enfoque cíclico parte del mismo proceso, pero lo entiende como una herramienta iterativa. A medida que se implementan las acciones, el emprendedor puede detectar la necesidad de volver a una etapa anterior para ajustar, corregir o rediseñar alguna parte del plan.

Cuándo usarlo:

  • Cuando el objetivo es complejo o se extiende en el tiempo.
  • En entornos de alta incertidumbre o cambio constante.
  • Si se busca innovación, mejora continua o escalabilidad.

Ejemplo práctico:

Brenda, nuestra emprendedora ecológica, comienza con un plan claro. Pero al implementar su sistema de ventas por suscripción, los resultados no son los esperados. Gracias al control, detecta que el modelo de pago no es atractivo. Decide volver a la etapa de planeación y rediseñar su estrategia. A esto lo llamamos retroalimentación cíclica del proceso.

Conclusión

No hay un solo camino para aplicar el proceso administrativo. Cuando el objetivo es claro y limitado, el enfoque lineal es suficiente. Pero si tu meta es transformar, escalar o innovar, lo más probable es que necesites abordarlo de forma cíclica, evaluando continuamente y adaptándote en el camino.

La clave está en usar el proceso con flexibilidad, no como una camisa de fuerza, sino como una brújula que guía decisiones con propósito.

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